LA ISLA DE LAS MUÑECAS

LA ISLA DE LAS MUÑECAS

En el año de 1940 sobre una chinampa de los canales de Xochimilco viviá Don Julián Santana, un tranquilo y solitario campesino que se dedicaba a el cultivo, un día casi a la puerta de su casa fue testigo de la muerte de una joven que se ahogo en el lago, aunque sus ojos contemplaron con tristeza la tragedia,  Don Julián continuo con su rutina, pero a partir de aquella noche la vida no fue igual, ya que platicaba que en medio de la soledad y quietud de su chinampa se escuchaban lamentos de la joven que murió, su tormento cada vez fue peor pues el alma en pena lo seguía y se cuenta que le hacia travesuras para espantarlo. Don Julián estaba cansado de ser acosado por el fantasma y comenzó a recolectar de la basura o de la calle muñecas que colocaba a los alrededores de su casa, pensando que de esa manera alejaría al alma que lo asustaba, su miedo era tanto que no se conformo con unas cuantas y cada vez colocaba más, la gente del pueblo también comenzó a regalarle bellas pero tétricas muñecas que hasta

la fecha están por toda la isla, sin embargo la actividad paranormal no termino, al contrario el terror a penas comenzaba, pues aquellas muñecas comenzaron a cobrar vida, parecían observar a cada persona que llegaba a la isla y se les escuchaba como si fueran niñas jugando o riendo.

Al cumplirse 50 años de la tragedia de aquella joven, por extrañas razones y con la isla ya repleta de muñecas en descomposición y amputadas, Don Julián sufrió un infarto que lo dejo sin vida  justo en el mismo lugar donde murió aquella chica, lo cual genero mas misterio, pues todas las muñecas colocadas fueron testigos de la muerte de su dueño.

Dentro de todas las muñecas, Don Julián tenia una consentida a la cual llamo Agustinita, muñeca a la que le adjudican milagros y dejan ofrendas en una especie de altar como si fuera un santo, lo cierto es que al estar frente a ella se puede percibir una energía muy fuerte en su fúnebre mirada.

Las personas que han visitado esta espeluznante isla, juran que se sienten observados y que la energía del lugar es escalofriante, algunos que se han burlado o robado muñecas han sido protagonistas de historias tenebrosas. Aseguran que Don Julián y sus hijas de plástico siguen cuidando desde el más allá su chinampa y ahora es conocida como "La isla de las muñecas".

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