LA DAMA ENLUTADA
La leyenda de la Dama enlutada es una historia basada en lo que cuentan los habitantes de San Luis Potosí ya que sucedió en las afueras de esta ciudad.
Corría el mes de noviembre, ya se sentía el frió de los vientos que soplaban por las calles, cuando el reloj marcaba las 2 de la madrugada, un taxista llamado Abel terminaba de trabajar dejando a su último cliente muy cerca del templo del señor de Saucito
en donde a lado había un panteón con el mismo nombre.
Cuando subió aquella mujer de apariencia rara, el taxista se percato de que no le podía ver la cara, ya que usaba un velo sobre la cabeza que le cubría el rostro. Cuando él le pregunto que a donde la llevaba, ella le contesto que le hiciera el favor de llevarla a 7 iglesias de la zona, a lo que él un poco nefasto le comento que a esa hora ya estaban cerradas y que sería imposible entrar, pero esta mujer no tenía intenciones de entrar, le dijo que sólo deseaba rezar un rosario en las afueras de cada una de las iglesias.
Fue así que asistieron a las afueras de 7 iglesias, al llegar a la última Abel le pregunto que donde la dejaba, a lo que ella respondió que la llevara al mismo lugar en donde le hizo la parada.
Extrañado el taxista quería cobrar lo que le debía por el servicio,pero la mujer aseguro no tener dinero sin embargo le dijo que podría cobrar el servicio en el despacho de su hermano y le entregó una medalla de oro con el nombre de Socorro grabado y una carta dirigida a Isaias de la Vega, Abel las tomo de mala gana y espero unos segundos a que la mujer bajará del taxi, al no escuchar ningún ruido volteo y la dama había desaparecido misteriosamente, pensó que todo aquello había sido su imaginación, resultado del cansancio; sin pensarlo manejo directo a su hogar para descansar.
Extrañado el taxista quería cobrar lo que le debía por el servicio,pero la mujer aseguro no tener dinero sin embargo le dijo que podría cobrar el servicio en el despacho de su hermano y le entregó una medalla de oro con el nombre de Socorro grabado y una carta dirigida a Isaias de la Vega, Abel las tomo de mala gana y espero unos segundos a que la mujer bajará del taxi, al no escuchar ningún ruido volteo y la dama había desaparecido misteriosamente, pensó que todo aquello había sido su imaginación, resultado del cansancio; sin pensarlo manejo directo a su hogar para descansar.
Llego a su casa de clase modesta, preparo la cama y a pesar del lo cansado que estaba no pudo dormir, el recuerdo de aquella mujer lo invadía, no sabía que había pasado y como logro desaparecer, como si fuera aire, ni siquiera abrió la puerta del carro. Pasaron los días y el insomnio lo hizo enfermar, dejando por dos semanas el taxi y cuando por fin lo retomo lo primero que hizo fue ir a la dirección que marcaba aquella carta en el despacho del Lic. Isaias de la Vega.
Él le explicó que hace dos semanas dio un servicio a su hermana Socorro, que esta le había indicado que él le pagaría, el señor Isaias tomo la carta y la medalla, enseguida fue por el dinero, pero al dárselo le dijo que era su obligación comentarle que su hermana llevaba 3 meses de muerta y debido al dolor tan grande de la familia nadie le rezo para no recordar su muerte y que seguramente ella misma había decidió darse su propio luto, Abel no lo podía creer y espantado no quiso recibir ningún peso por ese servicio y se retiro. Abel contaba a todo el mundo lo que había pasado, pero como nadie le creía murió envuelto en la locura.
Él le explicó que hace dos semanas dio un servicio a su hermana Socorro, que esta le había indicado que él le pagaría, el señor Isaias tomo la carta y la medalla, enseguida fue por el dinero, pero al dárselo le dijo que era su obligación comentarle que su hermana llevaba 3 meses de muerta y debido al dolor tan grande de la familia nadie le rezo para no recordar su muerte y que seguramente ella misma había decidió darse su propio luto, Abel no lo podía creer y espantado no quiso recibir ningún peso por ese servicio y se retiro. Abel contaba a todo el mundo lo que había pasado, pero como nadie le creía murió envuelto en la locura.
Algunos cuentan que Socorro aún se aparece a la mitad de la carretera buscando ese luto que nadie le dio, por eso la gente le lama "La dama enlutada"
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